En
contraposición a la Disciplina Punitiva que está basada en el Castigo por lo
que puede provocar efectos negativos (resentimiento, deseos de venganza y
rebelión, reducción de la autoestima) se propone la Disciplina Positiva, con la
que se pretende animar a los niños y enseñarles autocontrol y autodisciplina.
Las
Técnicas de la Disciplina Positiva se basan en la amabilidad y en el respeto,
intentando la implicación de los niños en los procesos disciplinarios.
Jane
Nelsen en su obra "Disciplina Positiva"
(Editorial Oniro, Barcelona 2002) clasifica las Técnicas de Disciplina Positiva
en Técnicas de Actitud y Técnicas de Acción. Expondremos a continuación,
siguiendo el desarrollo realizado por J. Nelsen, dichos métodos de disciplina.
A) Herramientas
de Actitud:
1- Los
niños que se portan mal son niños desanimados.
En muchos
casos el mal comportamiento se debe a que el niño no se considera aceptado ni
importante. Los castigos aplicados por los adultos le humillan y provocan más
desaliento y, como consecuencia, mal comportamiento en el futuro.
2- Los
niños hacen las cosas mejor cuando se sienten mejor.
No tiene
sentido pensar que para que un niño se porte mejor primero hemos de hacer que
con el castigo se sienta peor.
3- Los
errores constituyen excelentes oportunidades para aprender.
Hay que
ver el error o el mal comportamiento como una manera de aprender para la
próxima vez.
4-
Trabaja para mejorar, no para alcanzar la perfección.
En lugar
de castigar por los errores es mejor centrarse en los pequeños avances y animar
así al niño.
5-
Utiliza la firmeza y la amabilidad a la vez.
No se
trata tampoco de ser demasiado permisivos con los niños, sino que hay que ser
amables y firmes a la vez ("Te quiero y la respuesta es no").
6-
Céntrate en convencer al niño en vez de en ganarle.
Cuando se
plantea una lucha de poder y el adulto gana, el niño pierde, pero eso no le
hace mejorar, simplemente le desanima.
7-
Céntrate en los resultados a largo plazo.
Con el
castigo el niño no aprende más habilidades, aprende que el que tiene más poder
puede doblegar a los demás.
8- Busca
soluciones, no culpabilices.
Culpando
no se soluciona nada, son las soluciones las que hacen que mejoren las cosas.
9-
Comprende el significado de la disciplina.
La
disciplina no es sinónimo de castigo, el verdadero significado de la disciplina
es el de educar.
10- Trata
a los niños con dignidad y respeto.
De ese
modo los niños se sentirán mejor y se comportarán mejor.
11- Los
niños te escuchan si primero tú les escuchas a ellos.
Si escuchas
a los niños, ellos aprenderán a escuchar.
12-
Fíjate en el mensaje escondido detrás del mal comportamiento.
Con el
mal comportamiento los niños pueden perseguir algunos de estos objetivos
erróneos: llamar la atención, tener el poder, venganza o asunción de
incompetencia. Si comprendemos lo que el niño quiere decir con su
comportamiento podremos ayudarle.
13- Da a
los niños el beneficio de la duda:
Es mejor
que el niño sepa que estamos de su parte.
14- Un
respiro para iluminarse:
El
pararse a pensar, el retirarse y relajarse puede hacer ver los problemas desde
otra perspectiva.
B)
Herramientas de Acción:
1-
Asegúrate que el niño recibe el mensaje de amor y respeto.
El niño
con mal comportamiento es el que más necesita oír que se le quiere.
2- Permite
al niño desarrollar percepciones de que es significante y aceptado.
A través
de las reuniones familiares y de clase se puede ayudar a los niños a que
descubran sus capacidades y se valoren.
3- No
hagas cosas por los niños que puedan hacer solos.
Así les ayudarás
a ser más capaces.
4-
Formula preguntas del tipo "qué" y "cómo".
Por
ejemplo. ¿Qué ha ocurrido?, ¿Cómo te sientes con lo que ha pasado?, ¿Qué has
aprendido con esto?, ¿Cómo puedes utilizarlo para la próxima vez?
5-
Formula preguntas de curiosidad.
Hacer
preguntas para que el niño observe sus propios sentimientos.
6-
Implica a los niños en las soluciones.
Así el
niño aprenderá a solucionar problemas y se animará a participar en las
soluciones diseñadas.
7-
Celebra reuniones familiares o de clase con regularidad.
En ellas
los niños aprenden a solucionar conflictos y problemas y a ayudarse los unos a
los otros.
8-
Resuelve los problemas en parejas.
Deja a
dos niños que hayan tenido un problema o una pelea resolver ellos solos el
conflicto, con estas normas: no echarse la culpa y centrarse en las soluciones.
9- Marca
líneas de resolución de problemas:
Los pasos
a seguir ante un conflicto serían: No responder a la provocación, dialogar con
respeto sobre lo sucedido, elegir una solución consensuada, pedir ayuda si no
se encuentra solución.
10-
Establece rutinas con los niños.
Si
conjuntamente con el niño se establecen los pasos de cualquier actividad (por
ejemplo, la hora de acostarse) el niño tendrá más voluntad de llevarlo a la
práctica sin problemas ya que ha participado en su diseño.
11-
Ofrece opciones limitadas.
Cuando
proponemos opciones (por ejemplo: ¿Quieres bañarte antes o después de hacer los
deberes?) damos al niño la libertad de elegir, lo que le motivará a actuar.
12-
Reorienta el poder.
Dejar que
los niños participen y ayuden les permite también ejercer poder, no solo
obedecer.
13- Di:
"Me doy cuenta".
Si ves
que el niño no ha hecho algo, p. ej.: recoger los juguetes, es mejor decir:
"Me doy cuenta de que no has recogido tus juguetes", en vez de
"¿Has recogido tus juguetes?"
14-
Céntrate en las soluciones.
Proponer
a los niños que planteen soluciones a los problemas o dificultades cotidianas:
"¿Cómo podríamos solucionar las discusiones sobre la hora de salir de la
bañera?
15- Crear
una rueda de opciones.
A la hora
de encontrar soluciones a los problemas se le pueden ofrecer diferentes
opciones y que el elija.
16-
Utiliza las emociones honestamente.
Hablar
sobre las propias emociones y sentimientos es un buen ejemplo para los niños.
Una fórmula adecuada sería: "Me siento___________ cuando___________,
porque__________, y me gustaría___________".
17-
Enseña las diferencias entre lo que los niños sienten y lo que hacen.
Hay que
dejar que los niños expresen sus sentimientos (esos son reales y no debemos
negarlos), aunque desaprobemos su conducta (esta sí se puede evitar o
corregir). Por ejemplo, ante un ataque de celos entendemos los sentimientos,
pero evitamos que el niño pegue a su hermanita.
18- Asume
las responsabilidades que tienes en el conflicto.
Si
aceptamos nuestra parte de culpa en el conflicto, facilitamos igualmente que el
niño asuma su parte de culpa.
19- Dale
un cronómetro.
Un
cronómetro puede ayudar al niño a decidir cuándo empezar con los deberes o
cuándo apagar la televisión.
20- Adéntrate
en el mundo de los niños.
Preguntarse
qué hay detrás de la conducta de los niños.
21-
Escúchale reflexivamente:
A la hora
de escuchar es bueno parafrasear las palabras del niño.
22-
Escucharles activamente:
En la
escucha activa, escuchamos los sentimientos escondidos entre las palabras
haciéndole ver que entendemos sus sentimientos.
23-
Supervisa, supervisa, supervisa.
Es una
herramienta necesaria sobre todo para niños más pequeños
24-
Distrae y/o reorienta:
En vez de
prohibirles hacer algo es preferible decirles u orientarles sobre lo que pueden
hacer.
25-
Utiliza las 4 R para recuperarse de los errores:
Reconocer
que se ha cometido un error, Responsabilizarse de lo que se ha hecho mal,
Reconciliarse (pidiendo perdón) y Resolver (buscar una solución conjuntamente.
26-
Mantente al margen de las peleas.
Es una
herramienta inicial para abordar las peleas ya que uno de los principales
motivos de éstas es involucrar a los padres.
27- Pon a
todos los niños en el mismo barco.
No dar la
razón a ninguno de los contendientes de una pelea (aunque se esté seguro de
quién es el culpable). La solución al problema la han de encontrar entre los
dos.
28-
Tómate un tiempo para enseñar.
Una
herramienta muy útil es la de enseñar a los niños a hacer juegos de rol.
29-
Decide lo que vas a hacer.
Es bueno
decidir cómo se va a comportar uno ante un conflicto y hacérselo saber al niño.
Por ejemplo, aparcar y dejar de conducir si los niños se pelean en el coche.
30- Sigue
hasta el final.
Hay que
ser amable pero firmes y llegar hasta el final en el uso de las estrategias
positivas.
31- Menos
es más.
Cuanto
menos se hable más eficaz se es. Hay que dejar que las acciones hablen más alto
que las palabras.
32-
Utiliza señales no verbales.
El uso de
señales no verbales (p. ej.: un vaso bocabajo en la mesa indicaría que hay que
lavarse las manos antes de comer), sobre todo si participan los niños en su
elección, puede aumentar la motivación para realizar las tareas cotidianas.
33- Di:
" Cuando......, entonces".
Es más
eficaz decir: "Tan pronto como acabes los deberes verás la TV", que
"Si acabas los deberes, verás la TV".
34-
Enseña consecuencias naturales.
Es bueno
que el niño experimente las consecuencias naturales de sus actos. Una
consecuencia natural es algo que sucede debido a lo que el niño ha elegido, sin
que el adulto haya hecho nada.
35-
Enseña consecuencias lógicas.
Para que
una consecuencia lógica no sea un castigo deben cumplirse las 3 R: Las
consecuencias lógicas deben ser Relativas (deben estar relacionadas con el comportamiento),
Respetuosas (deben aplicarse sin cólera, fuerza ni humillación) y Razonables
(deben parecer razonables al adulto y al niño).
36- Anima
en lugar de dar recompensas o elogios.
Animar a
los niños les lleva a la autoconfianza mientras que elogiar les hace
dependientes de los demás.
37- Las
pagas no se relacionan con las tareas.
Las pagas
se deben dar sin relacionarlas con las tareas.
38- Haz
que los niños se impliquen en las tareas domésticas.
Los niños
deben participar en las tareas de la casa y una buena manera de planificarlas
es en las reuniones familiares.
39-
Abrázale.
Esto
puede por sí solo cambiar la actitud tanto del padre como del hijo.
40-
Dedícale tiempo.
Dedicar
todos los días unos minutos extra hace que los niños se sientan aceptados e
importantes y les permite compartir experiencias y sentimientos.
Fuente: http://www.psicologoescolar.com
¡HOLA! La Asociación Palaciega por el Déficit de Atención e Hiperactividad (APADAH) se enorgullece de presentar su nuevo blog http://apadah2.blogspot.com.es/ . En él, encontrarán un resumen del taller de autoestima y habilidades sociales "¡Tú puedes hacer historia!". Además, en la pestaña "Proyectos y talleres" tienen a su disposición el proyecto de dicho taller, que realizó un grupo de estudiantes de Psicopedagogía para la asociación. El documento de este taller está disponible para toda asociación que lo necesite o quiera implementarlo.
ResponderEliminarUn saludo
ME HA SERVIDO DE MUCHO EN MI LABOR COMO DOCENTE
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